29 de març 2010





El amor nos llega sin avisar, y una vez se nos entrega nunca pueden arrebatárnoslo. Debemos recordarlo. Jamás puede perderse.
El amor no puede medirse.
No puede contarse en años, minutos o segundos, ni en kilos o gramos.
Ni puede cuantificarse de ninguna manera. Tampoco puede compararse un amor con otro. Sencillamente existe.
Hasta el roce más sutil y fugaz con el amor verdadero puede bastarte para toda una vida. Debemos recordarlo siempre.


Astrid y Veronika. Linda Olsson


El quadre es de V. Hammershoi

20 de març 2010

PRIMAVERA






Red poppy. Georgia O'keeffe

13 de març 2010

Es algo que suele suceder con los muertos: lamentar no haberles dicho a tiempo cuánto los amabas, lo necesarios que te eran. Cuando alguien imprescindible se va de tu lado, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales. Ensimismado en su tarea, uno cree, que los demás le deben acatamiento, se erige en ombligo del mundo y desestima la contribución ajena. Pero, un día adviertes que aquel que te ayudó a ser quien eres se ha ido de tu lado y, entonces, te dueles inúltimente de tu ingratitud. Tal vez las cosas no puedan ser de otra manera, pero resulta difícilmente tolerable. La imposibilidad de poder replantearte el pasado y rectificarlo, es una de las limitaciones más crueles de la condición humana. La vida sería más llevadera si dispusiéramos de una segunda oportunidad.

Señora de rojo sobre fondo gris. Miguel Delibes

02 de març 2010




L'ESPAI DE MI

Vetlla l'espai de mi que et configura
i així sabràs que mai no s'interposa
entre tu i jo cap llei de melangia.

No et recordo enyorós: t'estimo en una
dimensió de mi que no sabia
potser perquè el teu cos me l'ocultava.

Ara m'atardo amb tu sense tenir-te
pels blaus i verds lentíssims de la tarda
i pels ocres tendríssims del poema.


Miquel Martí i Pol