29 de setembre 2009




“Así terminó todo.
Todo terminó en aquel momento, el arte, el sexo, el amor, la alegría. Mi primera muerte se tomó más tiempo. Los restos de mi antigua inocencia, de mi antigua esperanza, se irían extinguiendo poco a poco, gota a gota, durante una agonía tan larga como aquel verano, el plazo que mi vida necesitaba para convertirse en un simulacro inaceptable de mi vida. Nada parecía aún demasiado grave, sin embargo.
[...]. Cuando le acompañé a la estación, ninguno de los dos teníamos ganas de hablar, pero él parecía tranquilo. Por eso no nos despedimos del todo, no para siempre, y yo sólo quise hacerle una pregunta:
- ¿Qué va a pasar ahora?.
- No lo sé - me contestó -. Tengo que pensarlo. Necesito tiempo para pensar, pero al final se me ocurrirá algo, seguro, ya lo sabes. Siempre se me ocurre algo."

Castillos de cartón. Almudena Grandes