01 de març 2011





Contemplamos el mundo que nos rodea en silencio. Hemos tardado toda una vida para aprender a hacerlo.
Al parecer, sólo los viejos son capaces de estar juntos sin decir nada y sentirse bien. Los jovenes, impulsivos e impacientes, siempre rompen el silencio.
Es una lástima, pues el silencio es puro.
El silencio es sagrado.
Une a las personas, porque sólo aquellos que se sienten cómodos con la compañía del otro pueden estar juntos sin hablar. Es una gran paradoja.


The Notebook. Nicholas Sparks